Elegir la ropa de cama ideal para el verano: adiós a las noches de calor

Cuando llega el verano, las altas temperaturas pueden convertirse en un obstáculo para conseguir un descanso reparador.Es común despertarse a mitad de la noche por la sensación de calor o por el sudor acumulado.

Aunque muchas personas buscan soluciones como ventiladores o aire acondicionado, uno de los aspectos más importantes para mejorar la calidad del sueño en esta época del año es elegir bien la ropa de cama. Además, contar con colchones viscoelásticos que favorezcan la transpirabilidad puede marcar una gran diferencia en la sensación térmica mientras dormimos.

No es necesario realizar grandes cambios en el dormitorio para combatir el calor nocturno. A veces, basta con sustituir algunas prendas de la cama por opciones más ligeras y frescas.

Existen colchones para verano que mejoran la circulación del aire, pero también es fundamental prestar atención a las sábanas, mantas y fundas que utilizamos.

En este post te contamos cómo elegir la mejor ropa de cama para el verano y disfrutar de noches más frescas.

1. Materiales y tejidos ideales para dormir fresco en verano

Uno de los errores más comunes cuando llega el calor es no cambiar la ropa de cama. Durante el invierno, solemos utilizar tejidos gruesos y cálidos que retienen el calor, pero en verano es crucial optar por materiales transpirables y ligeros que permitan la circulación del aire.

Algodón: frescura y suavidad garantizadas

El algodón es uno de los materiales más recomendados para el verano debido a su transpirabilidad y suavidad. Es un tejido natural que absorbe la humedad y permite que el aire circule, evitando la acumulación de calor.

Para los meses de verano, lo ideal es elegir sábanas de algodón 100% y, si es posible, de algodón percal, ya que tienen una textura más ligera y fresca. También el algodón egipcio es una excelente opción, aunque puede resultar más costoso.

Lino: la opción más transpirable y natural

El lino es otro material excelente para el verano. Es un tejido ligero y altamente transpirable que permite que el aire fluya sin dificultad. Además, tiene la capacidad de absorber la humedad y secarse rápidamente, lo que lo convierte en una opción perfecta para quienes sudan mucho durante la noche.

Aunque las sábanas de lino pueden sentirse un poco ásperas al principio, con el uso y los lavados se vuelven más suaves. Su único inconveniente es que tienden a arrugarse con facilidad, pero a cambio ofrecen una sensación de frescura incomparable.

Bambú: el tejido ecológico y termorregulador

Las fibras de bambú han ganado popularidad en los últimos años gracias a su suavidad y propiedades termorreguladoras. Son capaces de mantener una temperatura agradable en cualquier estación, absorben la humedad y tienen propiedades antibacterianas naturales, lo que las convierte en una opción ideal para el verano.

Las sábanas de bambú tienen un tacto sedoso y fresco, similar al de la seda, pero con la ventaja de ser más transpirables y ecológicas.

Microfibra ligera: una alternativa económica y funcional

Si buscas una opción asequible, la microfibra de buena calidad puede ser una alternativa a considerar.

Aunque no es tan transpirable como los tejidos naturales, algunos modelos están diseñados con tecnología de enfriamiento que permite una mejor regulación del calor.

Si optas por la microfibra, asegúrate de que sea de buena calidad y tenga un tejido ligero, ya que algunos modelos más gruesos pueden generar sensación de calor.

2. Cómo elegir edredones y mantas para el verano

Aunque en verano las temperaturas son más altas, muchas personas prefieren dormir con una ligera cobertura. Para evitar el calor excesivo, es importante elegir un edredón o manta adecuados para esta estación.

Edredones de verano: ligeros y transpirables

Los edredones de verano están diseñados para proporcionar una sensación de abrigo sin generar exceso de calor. Suelen tener un gramaje bajo, entre 100 y 200 g/m², lo que los hace mucho más ligeros que los de invierno.

Los mejores materiales para un edredón de verano son:

• Algodón: absorbe la humedad y es transpirable.

• Lino: ideal para climas muy calurosos, ya que no retiene el calor.

• Fibra sintética ligera: una opción económica que evita alergias.

   

Mantas de verano: suaves y frescas

Si te gusta dormir con una manta, elige modelos finos y transpirables. Las mantas de algodón o bambú son ideales para mantener una temperatura equilibrada durante la noche sin sobrecalentar el cuerpo.

Para quienes prefieren una sensación más envolvente, las mantas de tejido waffle o de muselina pueden ser una gran opción, ya que ofrecen ligereza y frescura.

3. Otros consejos para mejorar el descanso en verano

Además de elegir bien la ropa de cama, hay otros trucos que pueden ayudarte a mantener tu cama fresca y disfrutar de un sueño reparador durante los meses más calurosos.

1. Cambia las fundas de almohada con frecuencia

Las almohadas pueden acumular sudor y humedad, lo que aumenta la sensación de calor. Usar fundas de algodón o bambú y cambiarlas con frecuencia ayuda a mantenerlas frescas y limpias.

2. Evita colores oscuros en la ropa de cama

Los colores oscuros absorben más calor, mientras que los tonos claros reflejan la luz y ayudan a mantener una sensación más fresca. Opta por blancos, beige o tonos pastel para tu ropa de cama en verano.

3. Refresca las sábanas antes de dormir

Un truco casero para combatir el calor es meter las sábanas en la nevera durante unos minutos antes de acostarte. Esto proporciona una sensación refrescante que te ayudará a conciliar el sueño más rápido.

4. Usa un protector de colchón transpirable

Un protector de colchón de algodón o bambú puede mejorar la ventilación y evitar la acumulación de calor en la superficie de la cama.

5. Ventila el dormitorio antes de dormir

Abrir las ventanas al anochecer para dejar entrar aire fresco puede ayudar a reducir la temperatura del dormitorio. También puedes usar ventiladores estratégicamente colocados para mejorar la circulación del aire.

Elegir la ropa de cama adecuada para el verano es clave para evitar el calor y disfrutar de un descanso fresco y reparador.

Optar por materiales naturales como el algodón, el lino o el bambú, junto con edredones ligeros y colores claros, puede marcar una gran diferencia en la comodidad nocturna.

Además, pequeños cambios en la rutina, como ventilar el dormitorio, cambiar las fundas de almohada con frecuencia y utilizar un protector de colchón transpirable, ayudarán a mantener tu cama fresca incluso en las noches más calurosas.

Con estos consejos, podrás decir adiós a las noches de calor y disfrutar de un descanso óptimo durante todo el verano.